SERVIDOR PÚBLICO
La Administración Pública así, en abstracto, asusta. Enseguida se nos viene a la cabeza un sinfín de personas afanadas en la cumplimentación de impresos –que se nos antojan verdaderos jeroglíficos– o en el peor de los casos, un muro que se levanta ante nosotros –infranqueable– y que limita o retrasa la resolución de nuestros trámites. La Administración Pública ni debe asustar, ni debe considerarse como un obstáculo al que vencer. Quizás el dar pábulo a esta última consideración –obstáculo a vencer– nos lleva a enfrentar nuestra relación con la Administración como una prueba de astucia intentando llegar a la resolución … Continuar leyendo…