Primarias en tiempos revueltos.
Si, este podría ser el apresurado resumen del trance que afrontan los Socialistas canarios.
Los argumentos esgrimidos por los distintos candidatos visitan todos los tópicos que puedan uds. imaginar como unidad, transparencia, participación,…
La realidad –tras las bambalinas– comienza a consolidarse alrededor de una dicotomía altamente conflictiva.
De un lado los «sumisos» a las directrices marcadas por ATI-CC, resguardados en una pretendida acción de gobierno que corrija los desmanes de las políticas retrogradas de los nacionalistas y haciendo oídos sordos a cualquiera que ponga en peligro su posición de privilegio y la de sus clanes.
De la otra los «insumisos», personas libres que no comulgan con ruedas de molino, que no están dispuestos a poner al Psoe al servicio de las políticas de ATI –CC para los más crédulos–.
Una vez desalojados del gobierno, los socialistas –al menos los de verdad– no deberían plantearse ni por un segundo «reconducir el pacto con CC en Canarias» o acaso ¿hemos de agachar la cerviz para que al señorito de turno –Paulino, Clavijo o el que venga detrás– le sea más sencillo darnos un buen cogotazo?
En mi modesta opinión ya hemos tenido suficiente con los desplantes de la era del «paulinato» y con el incipiente arranque de esta legislatura con Clavijo a los mandos.
Quien defienda durante este proceso de primarias el sometimiento y la sumisión a las políticas desarrolladas por ATI no podrá reivindicar –de manera creíble– ni uno solo de los principios socialistas.
No creo –nunca he creído– en los pactos en «cascada» por ser una fórmula antinatural en el devenir político en el cual han de primar las negociaciones en base a programas políticos concretos para cada uno de los escenarios sociales y no un mero reparto de sillones y de influencia, porque esto –y no otra cosa– son los pactos en cascada, una burla inmensa al electorado, una trampa procelosa en la que ATI ha atrapado una y otra vez a PP y PSOE a su antojo.
El objetivo de estas primarias debería ser, a mi entender, configurar un partido fuertemente unido alrededor de un liderazgo compartido conjugando la experiencia mas que probada de Juan Fernando con el arrojo, el empuje y el coraje de Patricia Hernández. Un partido unido en una oposición feroz, si lo han leído bien pues feroz también ha sido el proceder de ATI para con los Socialistas.
No más componendas, no más «posibilismo neoliberal», si hay que hacer oposición, se hace y solamente así, podremos marcarnos el objetivo de la victoria en las urnas pues cualquier otra cosa no será entendida por nuestro convecinos, y a las pruebas me remito.
Un partido unido, un grupo parlamentario cohesionado, un portavoz fuera de toda duda como el que tenemos y el futuro debería ser Socialista.
Un comentario sobre «Primarias en tiempos revueltos»