A la búlgara, de esta forma se pretendía desde Ferraz cocinar el próximo Congreso Socialista.
Parar, templar y mandar. En estos términos tan taurinos podría resumirse la orden que surgió del sur y atenaza a los «gestores de la nada» encabezados por Javier Fernández.
Parar
Paralizar el partido, atenazar y amordazar a la militancia y desmovilizar sus ansias de cambio. Este ha sido el primer encargo realizado a los de la gestoría y también su primer gran fracaso.
Hacía mucho tiempo que no se movilizaban –por propia iniciativa– los militantes socialistas y además lo relevante, es que esta movilización se convierte en un acto de rebeldía contra la imposición de una dirección del partido ilegítima, al menos para las funciones que está asumiendo.
Lo de «parar» no ha funcionado, más bien ha resultado ser un revulsivo que reaviva lo mejor del Socialismo.
Templar
Templar es armonizar, hacer concorde, poner al mismo ritmo el movimiento del engaño y la embestida del toro.
Este segundo encargo era mucho más complicado de llevar a cabo pues no está al alcance de cualquier diestro «engañar» al morlaco, que es lo que se pretendía por parte de los gestores.
Mover el trapo rojo-azulado delante de la militancia no consiguió el efecto de seguidismo que se pretendía, quizá porque tras ese trapo no se esconde más que un aparato continuista y desilusionante.
La pretensión última era conseguir la resignación de la tropa y el resultado ha sido diametralmente opuesto y los nervios están aflorando hasta tal punto que han vuelto los gritos de «rojo» como insulto al mas puro estilo de la caverna, y el ataque revanchista y violento como el protagonizado por la subdirectora de «El Socialista» en Twitter esta misma semana.
El temple no es una virtud de los gestores de la nada.
Mandar
Un hombre que ordena…; un toro que obedece… ¡Ya está!
Así se pretendía que se desarrollase el Via Crucis Socialista durante este año a la espera de llegar a la última estación, redentora de todos los pecados cometidos por los «rojos» que se habían colado en las últimas hornadas.
Alguien investido –a la búlgara– y que pudiese mandar sin oposición alguna una vez silenciados todos los posibles opositores con el mantenimiento en el tiempo de este período oscuro para la historia del Socialismo.
Aún sometidos a los cansinos plazos de los gestores parece que el Socialismo real está en forma para dar la batalla a los que han hincado su rodilla ante el neoliberalismo rampante.
Epílogo
Rajoy puede estar contento con el desarrollo de los acontecimientos entre las huestes podemitas y sus purgas internas pero los Socialistas, los rojos de toda la vida, una vez consigamos aislar a su quinta columna volveremos para rescatar la dignidad que la derecha nos ha arrebatado.
No se trata aqui de encumbrar candidatos –eso se decidirá y votará en unas primarias de verdad– se trata de llegar a un Congreso Socialista con el trabajo bien hecho, las ideas mínimamente claras y conseguir ofrecer a la sociedad un proyecto ilusionante que no necesite ni de la aquiescencia pepera ni de la muleta podemita.
Sólo así podremos salir a ganar las próximas elecciones.
Que la «muleta podemita», la forman cinco millones de votantes que proceden y son, antiguos votantes y militantes, que daban la mayoría absoluta en las elecciones: locales, autonómicas y generales, al PSOE. Podemos seguir insultándoles, o podemos intentar atraerlos recuperando nuestra identidad socialdemócrata.
Creo q con el término de muleta podemita , no se pretende faltar a ese grupo político o al menos yo no aprecio esto.Creo q la intención es q el PSOE sea autónomo.
Que sean los golpistas y la gestora quienes hablen mal de Podemos y no nosotros, quien no tiene un hijo o hija en ella y son hijos desencantado de tantos oportunistas y golfos instalados en nuestro partido, sin ningún sentimiento socialista que no sea su sillón y su sueldazo mensual?