Verano caliente y otoño al rojo vivo

Verano caliente y otoño al rojo vivo.

Es curioso observar –en este país tan raro– como lo ridículo de los planteamientos de los políticos catalanes se abren paso.

Recordaremos aqui un par de datos de países que –hoy por hoy– funcionan bastante mejor que el nuestro.

Constitución francesa, artículo 89: «Ningún procedimiento de revisión puede ser iniciado o llevado adelante cuando se refiera a la integridad del territorio nacional».

Constitución alemana, artículo 21: «Son inconstitucionales los partidos que según sus fines o según el comportamiento de sus adherentes tiendan a trastornar la unidad de la república».

¿Que diferencia a Francia y Alemania de España?

Pues que se toman en serio a si mismos  y sobretodo que hacen de la ley uno de sus pilares de convivencia y ya sabemos que los españoles somos más de «pillería» y «mentira» y en estos últimos meses los políticos independentistas se han manifestado como unos «muy buenos españoles».

La ley y su cumplimiento son las que garantizan nuestra convivencia y el funcionamiento del sistema democrático.

Si una consulta popular se situase por encima de la ley se abrirían muchas oportunidades curiosas pues cualquier colectivo podría invocar una consulta –por ejemplo– impuestos si, impuestos no y ganando el no «democráticamente» pasaríamos a quedar exentos del pago de los mismos.

¿A que el argumento anterior les ha parecido una solemne tontería?

Pues el mismo nivel intelectual conllevan todas las acciones del independentismo catalán tan zafio y poco inteligente es el «procés».

¿Que tiene que ocurrir para acabar con este disparate?

Pues lo que comentábamos un poco más arriba, tomarnos en serio, hacer cumplir la ley pues de lo contrario el resto de ciudadanos estaremos en nuestro derecho de iniciar cualquier tipo de «procés» para cualquier chorrada que se nos ocurra porque la ley o se le aplica a todos los ciudadanos o a ninguno.

Esta vez los políticos que incumplan la ley deben ser castigados exactamente igual que nos ocurre al resto de los ciudadanos día a día.