Todo es posible si nos atrevemos

Todo es posible si nos atrevemos, esto es al menos lo que sueles oír por la calle cuando cualquier persona normal enfrenta un problema, una decisión difícil o un nuevo proyecto.

Esto sería lo que querríamos escucharle decir a los políticos que se encuentran en la oposición a este régimen feudal.

El futuro del archipiélago se ensombrece por momentos pues la desaparición del contrapeso –frágil– que suponía el PSOE canario en el ejecutivo autonómico ha desatado al empresariado occidental que ahora gobiernan al gobierno sin pudor aparente.

Las políticas sociales y sanitarias se enfrentan –curiosamente– a un periodo en el cual serán regidos por un adalid de la sanidad privada.

La incipiente recuperación ha despertado a los –hasta ahora– abotargados especuladores y la presión para aprobar una Ley del Suelo infame comienza a hacerse insoportable.

Si la Ley del Suelo de Clavijo llega a aprobarse pasaremos de un plumazo de la política de «Baile de Taifas» de Paulino al «Reino de Taifas» de Clavijo.

Los especuladores tendrán via abierta para convertir a cualquier alcalde en su hombre de paja y volveremos a vivir tiempos de recalificaciones escandalosas y pelotazos por doquier, y todo ello vigilado y bien vigilado por los Virreyes de cada una de nuestras islas.

Lo triste –en este caso– es que al calor del dinero muchos políticos de la oposición han defendido y defienden la aprobación de esta ley.

Así las cosas se me antoja difícil que salgan adelante políticas sociales que protejan a los –todavía– desfavorecidos por la crisis económica o que se implementen políticas favorecedoras de la utilización de las energías renovables y mucho menos que se protejan enclaves estratégicos que serán a buen seguro pasto del fatídico trio «empresario-dinero-político».

Solamente una actitud valiente y atrevida por parte de la clase política podría frenar el desastre que se avecina.

Pero será difícil –por no decir imposible– encontrar entre nuestros representantes a un puñado de valientes que anteponga el bien común a sus propios intereses. Precisamente eso es lo que retrasará «sine die» la presentación de cualquier moción de censura.

El miedo, el interés, los favores cruzados, los odios atávicos y el horizonte de un posible enriquecimiento personal si te muestras sumiso son los mejores aliados de este gobierno que ya comenzamos a padecer.

Todo es posible si nos atrevemos, pero necesitamos políticos valientes, entregados y honestos.

Solamente así podría plantearse una moción de censura que finiquitara 25 años de gobierno feudal.

¿Acabaremos añorando a Paulino Rivero? Hasta donde hemos llegado.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *