Hope

30El Psoe canario se enfrenta a «otro» momento crucial este domingo.

Estas primarias son algo serio, al menos eso parece, a tenor del número de simpatizantes que han dado un paso al frente para participar en este acontecimiento.

Sería  una irresponsabilidad no aprovechar este caudal humano para poner en marcha un real y certero movimiento «renovador» dentro y fuera del partido.

La sociedad canaria no puede permitirse otra legislatura «atada» a un matrimonio de conveniencia como el que hemos vivido estos últimos cuatro años.

Por eso necesitamos a alguien con fuerza, ideas claras y sin ataduras con el pasado reciente.

El futuro de este partido pasa por una renovación profunda que tendrá que sustanciarse en la aplicación de un nuevo «contrato social y ético» a desarrollar conjuntamente con la ciudadanía.

El «aparato» del partido, entendido este como la camisa de fuerza que constriñe al grueso de la militancia y sus anhelos, debe ser apartado por personas que insuflen nuevos aires y sobre todo más democráticos.

Creo que de entre los candidatos elegibles solamente Patricia Hernández cumpliría, a mi entender, los mínimos requisitos de fortaleza y compromiso renovador.

Si la apuesta de los votantes peca de conservadurismo y continuismo, estaremos abocados a la irrelevancia política.

Los nuevos retos y desafíos que se nos presentan requieren al frente del partido a alguien vitalista y con una profunda visión «social» de las políticas que se han de aplicar.

Nos jugamos el futuro y el bienestar, no del partido, sino de toda la sociedad canaria.

Un comentario sobre «Hope»

  1. Pues al contrario que usted, Patricia Hernández me parece la más inepta y menos presentable de los tres candidatos. Y según he observado por los comentarios expresados en los más diversos medios, ésa es la tónica general.
    Por otra parte,¿ cualquiera de estos tres personajes, va a darle al psoe la renovación e impulso que necesita urgente e imperiosamente, y que le exige su militancia y votantes potenciales? Llevan muchos años en cargos orgánicos y representativos, como la mencionada Patricia, sin que hayan dado muestra alguna de poseer esas virtudes o capacidades de las que tratamos.
    ¡Ah: y a su fan Patricia, que no es propio, ni ético, ni moral, sobre todo de de una autodenominada «psocialista y obrera», ser dueña de un piso en la capital del Reino, y al mismo tiempo cobrar 1,800 euros del erario público como diputada nacional en concepto de residencia-alojamiento en esa ciudad!
    Es más: esa señora podría tener un mínimo de consideración – como el resto de sus camaradas «socialistas»-con la dura realidad nacional, y demandar que se redujera, al menos un poco los desmesurados sueldos, dietas y privilegios que se han auto asignado los jerarcas de la casta política.
    Saludos cordiales.

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