¿Código ético o estético?

344Pues eso, que ahora tenemos un referente, mínimo muy mínimo, que se resume en estas cosillas de no recibir regalos y admitir que vamos a ser buenos, muy buenos.

Tal cual está concebido este manual de buenas prácticas, no deja de ser un ejercicio de buenismo y deja a un lado, al menos, tres cuestiones primordiales para el saneamiento de la vida de la organización.

La primera sería una postura firme sobre la limitación de mandatos, no podemos aceptar el trágala de tener a una misma persona al frente de instituciones o estructuras partidarias, durante más de treinta años.

Esta manera de proceder sólo conduce a un anquilosamiento atroz del partido y por ende a una pérdida de la visión social y de las realidades que nos rodean.

La segunda cuestión propicia en sí misma lo que venimos de criticar en el apartado anterior.

La ausencia de un sistema de control de afiliaciones provoca, sobre todo en pequeñas poblaciones, la proliferación de caciques locales, los cuales aprovechando esta vulnerabilidad del sistema organizativo del partido acaban afiliando a toda la parentela además de sus amigos y conocidos, en una afán absurdo de controlar y manejar los designios de pequeñas agrupaciones.

La tercera cuestión es una derivada lógica del echo de atraer al partido a personas con muy bajas tasas de compromiso y nulo interés por el bien común, mas bien todo lo contrario, los militantes de aluvión o se muestran indiferentes con la acción partidaria o buscan solamente el beneficio personal y esto provoca una inflación importante de puestos de confianza, asesores y otras aberraciones políticas.

Por todo esto, compañero Pedro, y sin desmerecer este primer atisbo de acercar al partido el sentido ético que ha de tener nuestra acción política, yo te reclamaría un pronunciamiento mucho más valiente y profundo para conseguir dar el golpe de timón que este partido necesita urgentemente.

La regeneración democrática solamente será posible si se ataca la raíz del problema, y este no es otro que el enroque de muchos dirigentes obsoletos en puestos clave de nuestra organización que a su vez se rodean de una cohorte de acólitos que los hacen intocables.

En definitiva necesitamos que des un paso al frente sin temer al fracaso y actives los procesos necesarios que consigan apartar a muchos fariseos que lastran en este momento cualquier atisbo de regeneración.

Un saludo y buena suerte.

2 comentarios en “¿Código ético o estético?

  1. Saludos, señor Ledo.
    Y permítame felicitarle por el «retrato», tan exacto como sabroso, que hace usted de los partidos políticos y sus dirigentes, cuyos males y carencias, sus vicios y virtudes, se ven y se notan más y mejor en nuestra isla (por ser una sociedad tan pequeña en número) que en Madrid, Gran Canaria, Tenerife, Andalucía…
    Dice usted: «… la proliferación de caciques locales, los cuales aprovechando esta vulnerabilidad del sistema organizativo del partido acaban afiliando a toda la parentela además de sus amigos y conocidos…»
    Pero también y además, y lo más grave e importante para los ciudadanos, es que cuando pillán poder esos CACIQUES de partido, también ENCHUFAN en las instituciones públicas en las que mandan, a toda una masa clientelar y servil a él y a «su» partido.
    Si a eso, añadimos que esos «amos y señores», también suelen utilizar esas mismas poltronas públicas para emplear la «política» del palo y la zanahoria, con el fin de «premiar» a los «amigos» y «castigar» a los «enemigos», al final y de hecho, no existe una democracia (ni siquiera mínima,elemental), sino un CACICATO sucio y duro imperando en nuestros municipios e islas «menores» o «no capitalinas».
    ¡Buen fin de semana!

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