Ni supermarzo, ni supermayo, será en octubre.
El centro-derecha, la derecha y la extrema-derecha –ya tenemos de todo en España– juegan al confusionismo electoral en un intento patético por crear inestabilidad en Andalucía incluso antes de celebrarse las elecciones.
El objetivo es siempre el mismo, conquistar el poder a cualquier precio, sin proyecto alguno que ofrecer a sus votantes.
El marasmo que abate sus filas ha provocado una importante dispersión del voto del Partido Popular que ahora nutre también a C’s y a VOX.
Para compensar esta extrema debilidad electoral han echado mano de lo de siempre, por enésima vez se reedita la pinza electoral PP-Podemos –antiguamente conocida como PP-IU– y su objetivo; el de siempre, acabar con el posible Gobierno del PSOE en Andalucía.
Estando el Partido de Casado-Aznar por medio se entiende pues últimamente VOX se les está quedando a la izquierda pero lo que resulta patético es que los «Clinton del sur», los defensores de las fragatas saudíes se alíen con las tesis de la derecha más rancia para intentar forzar al PSOE a que retire a su candidata.
Podemos además del conchabeo que demuestra en todos sus procesos de primarias y elección de candidatos se cree con el derecho de decirles a los demás lo que deben hacer o pensar.
Da igual el nombre que utilizan en cada lugar, Podemos, Votemos, Mareas, Adelante,… La constante que alumbra a estos iluminados es creerse en posesión de la verdad absoluta y en consecuencia intentar imponernos «su verdad» al resto de ciudadanos.
Fíjense uds. bien en el ramillete PP-C’s-Podemos (Adelante Andalucía) y VOX, ¿acaso podría alguien poner en manos de esta gente su futuro?
Si este conglomerado de partidos extremistas consigue forzar una segunda vuelta en Andalucía tendremos la constatación empírica de que su interés no es colaborar para hacer un país mejor, sino sólo alcanzar el poder para aplicar su «puritanismo» trasnochado.
Sí, han leído bien, el puritanismo lo hay de derechas y de izquierdas, los dos son radicales y excluyentes.
Apostemos entonces, decididamente, por lo que mejor le viene a este país, que no es otra cosa que concluir lo iniciado en Andalucía, intentar revertir –en la medida de lo posible– las desastrosas iniciativas del Gobierno de Rajoy, llevar a cabo en mayo las elecciones previstas en nuestro ordenamiento y celebrar en octubre una Elecciones Generales serias, sin mentiras y sin condicionantes de ningún tipo.
El 2019 va a ser movido.