Incongruencia o lógica de caciques

Incongruencia o lógica de caciques.

En Fuerteventura ya estamos acostumbrados –demasiado acostumbrados– a que ante cualquier toma de decisión política, si existe una posibilidad de hacerlo mal, será esa y no otra la decisión que seguro llegará a tomarse por la autoridad competente.

A los fiascos por todos conocidos –eje norte-sur, torretas eléctricas, hospital, etc,…– hemos de sumar ahora la paulatina puesta en marcha de 21 parques eólicos –si, han leído bien veintiuno–.

Mas bien podríamos hablar de mini-parques pues se habla de grupos de 2 a 5 molinos ubicados en veintiuna localizaciones distintas.

Cuando nos hablan de «parque eólicos» creo que todos tenemos en mente la imagen de una gran agrupación de molinos en una área concreta y muy definida intentando minimizar –al máximo– el impacto visual, pero en Fuerteventura la incongruencia es el pan nuestro de cada día.

El histórico retraso acumulado por Fuerteventura en cuestión de energías alternativas no puede paliarse regando la isla de molinos al azar.

No puede entenderse este afán de desperdigar moles de 150 m de altura a lo ancho y largo de nuestra isla sin ningún tipo de respeto por las condiciones medioambientales del entorno.

A no ser que en lugar de incongruencia estemos asistiendo a otro caso de «lógica de caciques».

Hemos de preguntarnos

¿A quien beneficia este semillero de molinos?

¿Se nos ha mantenido entretenidos con el acoso a Red Eléctrica para que no viésemos este otro despropósito?

¿En que «concretos» terrenos van a instalarse estos molinos?

El entorno natural de Fuerteventura va a sufrir un ataque sin precedentes, por un lado la línea de transporte de Red Eléctrica con mas de 200 torretas de 50 m de altura cruzando nuestra isla de norte a sur, y por otro 69 molinos de 150 m repartidos también de norte a sur que compondrán un ejercito de más de 300 aguijones aferrados a nuestra tierra y exprimiendo la riqueza de todos en beneficio de unos pocos.

El reto que se nos presenta es doble, desenmascarar los intereses particulares y parar esta desproporcionada invasión de gigantes.

 

 

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