La pantomima

La pantomima.

El Parlamento canario se parece cada día más a una comedia de enredo en la que todos engañan a todos y algunos hasta se engañan a si mismos.

El capítulo que se emite en este momento es el de la nueva ley electoral.

Es este un capítulo que se repite exactamente cada cuatro años cuando se aproximan las elecciones autonómicas y curiosamente siempre acaba de la misma forma, es decir, sin ningún tipo de acuerdo.

Los sudores frios recorren las sienes de nuestros políticos cuando tratan este asunto pues no se aborda desde el punto de vista de garantizar la mejor representación de los ciudadanos sino mas bien desde el cálculo interesado para defender sus posiciones de privilegio.

Los partidos políticos calculan –antes de nada– como les podrá afectar a ellos el cambio de la ley y se desentienden de la necesidad de dotar de una mejor representatividad política a sus conciudadanos.

Asistiremos en los próximos días a una contienda incruenta –nadie quiere dañar al contrario– al fin y al cabo todos pretenden seguir viviendo del presupuesto público y en esa batalla todos ellos luchan en el mismo bando.

Una vez escenificados unos cuantos rifirrafes –seguramente pactados de antemano– a alguien se le ocurrirá soltar aquello de «no podemos cambiar las reglas a mitad de partida» y justamente treinta segundos después se habrá acabado la pantomima de la reforma de la ley electoral canaria.

Los responsables de este estado de cosas somos los votantes pues una y otra vez tropezamos en la misma papeleta perpetuando así un sistema plagado de nepotismo, dádivas y corruptelas.

Dentro de cuatro años volveremos a retransmitir este capítulo –casi con toda seguridad– en los mismos términos y nuestros representantes volverán a demostrarnos –una vez más– que nos merecemos todo lo que nos está pasando.

La pantomima sigue adelante con buena salud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *