Un nuevo rumbo

Un nuevo rumbo es lo que ha iniciado este Psoe en proceso todavía de renovación.

Bien es verdad que es un nuevo rumbo que no estará exento de múltiples dificultades, desencuentros, zancadillas y ataques varios.

Las prioridades en este momento parecen establecerse en dos sentidos principales, por una parte una renovación en profundidad del partido apartando a todo aquel que se empecine en hacer valer postulados fronterizos con las ideas del Partido Popular.

Y por otra, avanzar –junto a todo el Partido– hacia un escenario de confrontación real con las ideas del PP de Mariano Rajoy e intentar así la consecución de una victoria en las urnas más allá de componendas con otras formaciones de las que se ha evidenciado claramente que no podemos fiarnos.

El objetivo primordial ha de ser ganar las próximas elecciones no existe alternativa posible en las actuales circunstancias pues la última alternativa factible numéricamente –Psoe-Podemos-Ciudadanos– fue dinamitada preventivamente por Pablo Manuel durante el transcurso de la moción de censura –pamema– con su enfrentamiento sobreactuado con Rivera.

Como ya sabemos, todo el montaje podemita no es otra cosa que fuego de artificio dirigido a acabar con la Socialdemocracia e instaurar un «Movimiento de pensamiento único», ayer mismo Podemos censuraba a la prensa no afín, un acto que podría tacharse de fascismo incipiente.

El inmediato futuro se circunscribirá –en lo que al partido se refiere– a la celebración de los necesarios congresos territoriales para avanzar en la transformación que el partido necesita de la mano de la militancia.

En el medio plazo estamos condenados –gracias a Pablo Manuel– a resistir y hacer oposición al gobierno del PP e intentar propiciar un adelanto electoral que arrebate –con la fuerza de los votos– el poder a los Populares.

El Partido Socialista –una vez recuperada su esencia– se encontrará en perfectas condiciones de arrebatar el poder a la derecha sin necesidad de falsos mesías de esos que van por ahí concediendo medallitas a la virgen.

La lucha desatada por Pablo Manuel y sus acólitos para hacer desaparecer al Psoe e IU, y jaleada por la derecha mediática del país es la mejor garantía para la durabilidad del patético gobierno de Rajoy.

Estos últimos años hemos podido comprobar lo dañino de un parlamento «a la italiana» con pequeños grupos irreconciliables.

El Partido Socialista tiene la obligación de regresar a la primera línea de la batalla por la igualdad de oportunidades y los derechos sociales, este es el objetivo.

 

 

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