Unidos al partido popular podemos arrasar al PSOE, eso es lo que creían y para lo que han venido trabajando los integrantes de este batiburrillo de siglas –tengan en cuenta que el UPPP engloba a unas 20 formaciones entre partidos, mareas, confluencias, resacas, etc – .
Pablo, Mariano, Alberto & company pensaban que rodeando al PSOE y cerrando el círculo acabarían derrotando y haciendo desaparecer a un partido que por sí solo tiene más años de historia que todos ellos juntos.
Una vez asumido el fracaso de su estrategia se aprestan a recomponer sus filas y redireccionar –una vez más– su discurso político y sus objetivos estratégicos.
El PP tendrá que hacer un cursillo acelerado de cómo gobernar en escuálida minoría pactando cada una de sus iniciativas, y será en ese tránsito en donde un partido como el PSOE ha de aplicar su experiencia para arrancar los mejores acuerdos dentro de lo que permita el juego de mayorías.
UP ya ha comenzado a justificar la frustración que está por venir para su electorado y en esta justificación se han definido ya como más «predecibles», curiosamente una de las pocas virtudes que exhibe su mentor, D. Mariano Rajoy.
Además como ya no podrán gritar incongruencias y consignas facilonas por las calles también han reconocido que dejaran de ser «sexys» –Mone se te acabó poner morritos– otra característica que compartirán con Mariano.
Mas parece que se preparen para disputarle el espectro político al PP que ha hacer política de verdad, pero claro que como ya hemos podido ver estos meses lo de los podemitas tiene mucho de mercadotecnia –palabra de Mone– y poco de verdadera política comprometida con algún ideal, sea este el que sea.
Durante la campaña electoral Pablo I y sus acólitos en su afán hegemónico ya viraron peligrosamente hacia el centro político y lo que se observa después de su fiasco es que, si lo ven necesario para llegar al poder, se volverán tan patéticos como Rajoy para conseguirlo.
Veremos en esta legislatura lo irrelevante que puede llegar a ser vociferar sin fundamento alguno.
La legislatura con un PP tan débil en el Congreso de los Diputados puede ser una oportunidad para acelerar reformas ineludibles ya para nuestro sistema político, como podrían ser la Reforma de la ley electoral o una Reforma Constitucional pactada entre todos –y este sería el mejor momento– pues no hay ninguna formación que pueda imponer su criterio al resto desde una posición de fuerza.
Se precisará mucha seriedad y experiencia para este cometido y será ahí, y en ningún otro sitio, donde queramos ver al Partido Socialista como principal instrumento del cambio en este país.
Siempre los cambios importantes y de progreso en España han venido de la mano del PSOE.
Izquierda Unida nunca ha sido referente de progreso y en esta última tentativa aún cambiándose de nombre se les ha visto el plumero.
Recuerden que los podemitas son básicamente militantes de IU fracasados en su formación.
El futuro es nuestro y hemos de ganarlo haciendo política, con seriedad, sin cánticos trasnochados y evitando sobretodo vender humo a la ciudadanía, solamente así se podrá reconstruir la fortaleza histórica del Partido Socialista.
Que podemos es una creación de la derecha para la destrucción de PSOE. Es clarísimo,y de la izda en general. Son un partido sin ideología,dando bandazos y predicando incongruencias. Haciendo lo contrario a lo que dicen,en continua contradicción y provocación de la calle. Creo que sinceramente no representan a nadie más que a ellos mismos y sus intereses personalismos.