«La única forma de superar al PSOE es la acumulación de fuerzas de la izquierda»
Las palabras de Alberto Garzón no dejan lugar a dudas, no encuentro en su declaración ni un ápice de crítica a la situación actual o al partido en el poder, es más, parece que la mayor preocupación de este chico tan aseadito, tan angelical, no sea otra que perpetuar en su poltrona a Mariano Rajoy –como antes hiciera Anguita con Aznar–.
Su afán, su ansia y su obsesión no es otra que «superar al PSOE«, obsesión que comparte con su nuevo amigo o mejor diríamos con su nuevo jefe.
Este es el planteamiento fundamental, lo primero superar a los socialistas y después,… bueno ya veremos, en principio a cobrar cuatro añitos en la oposición.
Es curioso observar como ciertos políticos venden a sus afiliados por ocho sillones, pues hasta ahora lo único que nos ha quedado meridianamente claro es que la extinta IU se verá, con mucha suerte, representada por estos ocho escaños camino ya del cadalso político.
Frente a la maniobra de Anguita, Garzón e Iglesias en connivencia con Mariano al PSOE de Sanchez solamente le queda una, salir a ganar.
Dificil se presenta la cuestión pero la nueva política no ha demostrado otra cosa que incapacidad y nos ha llevado al fracaso más absoluto en esta legislatura.
La dispersión del voto nos ha demostrado que nuestros políticos no están preparados para acordar cuestiones que nos favorezcan en nuestra vida cotidiana, sino más bien para lo que sí están listos es para el enfrentamiento total siempre en aras de sus propios intereses.
El Partido Socialista ha de escapar a esta vorágine de humillaciones, insultos y agravios por parte de los auto proclamados salvadores de la patria, pues es en el fango donde los podemitas se encuentran más a gusto.
Alguien debería decirle a Pablo I, que para insultar no hace falta ser listo, y él insulta demasiado.