Llegó el comandante y mandó a parar


Cuatro meses después llegó el comandante y mando a parar.

Consumido ya este primer cuatrimestre del año se ha desvelado, con toda su crudeza y sin tapujos, el verdadero objetivo de los auto proclamados salvadores de la patria y este no era otro que sobrepasar en votos y escaños al PSOE.

Da igual lo que ocurra en el país, les resulta indiferente que gobierne el PP otros seis meses o que caminemos con paso firme hacia otros cuatro años de recortes.

Estos últimos días –ya sin recato alguno– compareció el comandante Anguita en los medios y mandó a parar, se acabaron las negociaciones y los posibles –más bien imposibles– pactos.

Anguita –su ilustrísima– ha desempolvado su viejo afán de toda la vida, el «sorpasso» y ha frenado en seco las veleidades de sus pupilos dando las oportunas órdenes para que los podemitas e Izquierda Unida busquen la manera de engañar a la mayor cantidad de votantes posibles con el fin de instaurar un nuevo bipartidismo.

Todo parece indicar que tanto Garzón como Iglesias no han sido más que marionetas del afán de su viejo y jubilado jefe.

En estos últimos cuatro meses lo único que ha quedado meridianamente claro ha sido la inquina que profesa Pablo Manuel hacia el PSOE, tanto que muchos se han llegado a preguntar el porqué de tanto odio y tanta sin razón.

Pues ya sabemos la respuesta, Pablo no ha sido más que el recadero de los anhelos de Julio Anguita y de ahí también ese regusto a vieja política en todas las intervenciones de Pablo Manuel.

Esta vez cuenta el Sr. Anguita con varios medios de comunicación a sus pies, a saber, Cuatro, Público y sobretodo La Sexta, la cual este último fin de semana ha batido todos los récords de desfachatez atiborrando el prime time televisivo con los más destacados podemitas, los cuales excepción hecha de Pablo Manuel se han presentado a sus diversas citas con curiosos cambios de imagen, pelo recién cortado, barba arreglada, etc,…

Intentando dar buena imagen para captar votos de la derecha?

En resumen, Anguita lo ha conseguido por segunda vez, la primera consiguió colarnos a José María Aznar y en esta segunda intentona nos colocará a su pupilo Rajoy.

Para alguien que se define a sí mismo como comunista es un verdadero récord que, como no, solamente puede darse en un país tan «diferente?» como el nuestro.

Rajoy y Anguita con la inestimable colaboración de Marhuenda –han sido apoteósicos los momentos de este periodista ensalzando a Pablo Manuel– han colocado a España en la tesitura de unas nuevas elecciones con el objetivo, el primero de ganarlas y el segundo soñando con hundir para siempre al PSOE.

Volvemos a estar en la casilla de salida, pero ahora ya sabemos quienes son los ineptos.

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