Un inepto

La ineptitud, el miedo y la soberbia han recalado en la política española y atenazan la composición del nuevo gobierno del estado.

En este momento y pasado ya más de un mes de las elecciones legislativas a nadie se le esconde que el ganador de las elecciones es un inepto, o al menos, no se le reconoce más virtud que la de aguantar el tirón, sea este el que sea.

Que se puede decir sino de un presidente que no sabe, o no quiere saber, nada de lo que está ocurriendo en este país.

Como explicar que todo un presidente que ha ganado las elecciones tenga que situarse a a la defensiva ante cualquier  otro político que se le ocurra abrir la boca. ¿Verdaderamente necesitamos un presidente agotado y sin nuevas ideas que desarrollar?

A uds. les dejo la sencilla tarea de contestar a esa pregunta.

Por otra parte el miedo parece tener paralizado a Pedro Sánchez  que no consigue combinar unos ingredientes tan dispares en su afán por agradar a todos.

Es precisamente este afán de querer quedar bien y la indecisión que esto provoca lo que sume a la militancia y a sus votantes en el desconcierto más absoluto.

Aunque en otro contexto muy diferente Sir Winston Churchill ya tenía claro en su época los peligros de esta manera de proceder.

«Un apaciguador es alguien que alimenta al cocodrilo, esperando que se coma a otro antes que a él»

Por último, pero no menos importante, la dosis de soberbia exhibida por Pablo Iglesias solo puede ser explicada desde la ineptitud y el temor al fracaso que embarga a este pseudo político.

El soberbio es esa persona que se cree superior a los que le rodean por su posición social o económica o por alguna cualidad especial y que lo demuestra con un trato distante o despreciativo hacia los demás.

Y ese es el retrato más fidedigno que se puede hacer a fecha de hoy de Pablo Iglesias.

Para esta actitud también tenía Churchill una frase que define a la perfección al líder podemita.

«El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes»

Las consecuencias de la ineptitud, el miedo y la soberbia abrazándose tan tiernamente pueden ser muy dañinas para nuestro país, sobretodo si este juego de trileros se instala entre nosotros demasiado tiempo.

Por último les diré que los ineptos no suelen conseguir disfrazar sus carencias por mucho tiempo y siendo el miedo un arma paralizante sin igual nos encontramos a merced de un pequeño grupo de gente altiva y soberbia que se creen mejores que nosotros.

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