Poco a poco se acerca un nuevo Psoe canario, es verdad que a veces nos exaspera la lentitud del cambio, pero está claro que la telaraña de intereses y personalismos que hay que vencer es importante y está muy arraigada.
Este nuevo Psoe avanza, con paso firme, en la dirección que el pueblo solicita y se postula para gestionar dos áreas de gobierno fundamentales para todos los canarios, pero sobretodo para aquellos que disfrutan de un menor poder adquisitivo.
La sanidad pública y las políticas sociales no son áreas que se puedan gestionar de 8 a 3 de lunes a viernes, quizá por esto, el «viejo» Psoe canario, el de la telaraña, ha criticado la elección de estas áreas tan «difíciles», dejando claro lo «acomodados» que estaban nuestros viejos dirigentes.
Pero Patricia Hernández no llega al gobierno canario, al menos eso creo yo, para acomodarse en un sillón «educadamente sumisa», más bien debería llegar y dar un buen golpe encima de la mesa y despertar las conciencias adormecidas de sus compañeros.
Como ya dije hace unos meses:
«Pasión le sobra, no hay más que escuchar cualquiera de sus intervenciones.
El coraje lo ha demostrado con suficiencia, incluso dentro de su propia organización.
La valentía y la honestidad de su apuesta la iremos descubriendo en los meses venideros puesto que las dificultades a las que habrá de enfrentarse serán importantes.»
Y aquí estamos, todavía no ha comenzado el trabajo y ya ha de afrontar las primeras críticas.
Creemos en este nuevo socialismo que se postula solidario y entusiasta, en contraposición con la política de «sepulcros blanqueados» que se practicaba hasta ahora.
Ahora toca recuperar a nuestros jóvenes desahuciados, no ya de su casa, sino de su propia tierra. Queremos ver «recortes» en los gastos suntuarios de la administración, queremos lucha sin cuartel contra el despilfarro, una escala de salarios de políticos que no nos ruboricen y mejores pensiones, mejores becas y soluciones reales a problemas reales.
No me gustaría escuchar a Patricia en un futuro, defender su andadura política con datos estadísticos, espero escucharla contándome como ha luchado para solucionar los problemas concretos de la gente normal, la gente de barrio de toda la vida.
Por este partido socialista valdrá la pena luchar, y además está claro que para conseguirlo la batalla está garantizada, pues también es verdad que frente a esta nueva actitud todavía tenemos que soportar la rémora de «otros» que llamándose así mismos «socialistas» y agitando banderitas siempre que tienen ocasión, cuando llega la hora de la verdad lo que vemos son «parques y jardines», «festejos», «deportes» y buenos sueldos. Ni rastro de «asuntos sociales»