No encuentro otra palabra que defina mejor la situación de nuestra isla en relación al resto del archipiélago.
Abandono es la palabra que surge si hemos de trasladarnos a Morrojable y tenemos que seguir sufriendo diez años después las eternas obras de una simple autovía.
Abandono es lo primero que pensamos cuando visitamos la playa de Caleta de Fuste y constatamos lo difícil que resulta regenerar un recurso «básico» para la economía del municipio.
Abandono es la sensación que nos invade si hemos de utilizar los servicios hospitalarios de nuestra isla.
Abandono es la deprimente estampa de unos molinos de viento desvencijados y obsoletos girando en la mas triste irrelevancia.
Abandono es también constatar como nuestros representantes insulares en el parlamento canario «olvidan» su procedencia y sólo «recuerdan» los colores de su «equipo».
Abandono es lo que nos define si hablamos de energias renovables.
Esta sensación ya ha dejado de ser algo «coyuntural» y se está convirtiendo en un mal crónico y al que nadie busca solución.
Nuestros políticos están ya mas ocupados con las próximas elecciones y sus disputas de familia que en la resolución de los problemas generales.
Y así, de este modo y manera, nos deslizamos hacia el año 2015, un año en el que todo podría cambiar, o no.
– «Abandono es lo que nos define si hablamos de energias renovables»: unas autoridades que en más veinte años mandando, prácticamente no han hecho nada para desarrollarlas, que ni siquiera se preocupan de explotar lo que ya tienen, como el molino de El Puertito de Jandía, abandonado y pudriéndose . Eso sí, ¡ BIEN QUE UTILIZAN lo de estas energías cuando les conviene para sus fines políticos, partidistas y personales! Y lo más triste y vergonzoso: apoyados entusiásticamente por sus corodanzantes, en lugar de echáreslo en cara y exigirles HECHOS, OBRAS, y no propaganda y utilización del tema y de los ciudadanos…
«Nuestros políticos están ya mas ocupados con las próximas elecciones y sus disputas de familia que en la resolución de los problemas generales»: procurando ocultarlos y desviar la atención de los ciudadanos de esa REALIDAD, con cortinas de humo, como los supuestos, aberruntados y futuros cataclismos petroleros…