
Poquito a poco se va imponiendo la lógica en el ámbito de la política canaria.
Los «eternos» capitostes olisquean la retirada a la vuelta de la esquina.
Coalición Canaria y el Psoe se aproximan, pasito a pasito, hacia una catarsis que esperemos sea productiva para el pueblo, y no solamente para ellos y sus respectivas cúpulas de poder.
Los nacionalistas(?), viven este proceso, según las propias palabras de algunos de sus dirigentes, entre traiciones varias.
El futuro no se vislumbra nada halagüeño para Fuerteventura, derrotada sin paliativos en su apuesta continuista.
Una vez más, ATI ha desembarcado en nuestras playas, y como los nacionalistas(?) son muy de conservar las tradiciones, pues ya nos podemos ir preparando para asumir el yugo de obediencia ciega.
En resumidas cuentas, por la derecha del gobierno un ramillete de intrigas y traiciones, y además, se intuye un sálvese quien pueda generalizado.
¿Y al fondo a la izquierda?
Pues no, no está el baño, ese siempre está al fondo a la derecha.
Pero las cosas no pintan bien.

Treinta años llevamos ya corriendo detrás de los mismos conejos y aunque los galgos presentan indicios de cansancio, el miedo, la sinrazón y una agridulce sensación de que no merece la pena corroe nuestras filas.
La mediocridad, el arribismo, el clientelismo y todos los malos ismos que se nos puedan ocurrir, están consiguiendo dinamitar un gran partido.
El presente lo tenemos más que perdido, pero aferrándonos a los cargos y al salario público regalado ponemos en riesgo el futuro.
Esta absurda dinámica nos puede llevar a un final, que no por triste, sea menos merecido.
Regeneración, renovación y ética, no hay otro camino.
Ya se que la ética no es el fuerte de mis amigos pero,… Es lo que hay.
¡Muy buen comentario!