El día de hoy ha sido triste, muy triste.
Hemos constatado, una vez más, el grado de corrupción y desfachatez que destilan los actuales políticos de este país.
Se ha confirmado la imputación de la hermana del rey y las dimisiones «europeas» de Willy y Malena.
Este última parecía como adherida al sillón del BEI.
De todas formas me atrevo a pronosticar que estos no serán los últimos, pues la lista de los «pensionistas» europeos es larga, muy larga.
Curiosamente la excusa estrella está siendo aquello tan socorrido de «yo no sabía nada».
Esta gente, que cobra «ingentes» cantidades de dinero, que desempeña responsabilidades importantes representándonos, ¿nunca se enteran de nada?
Es inaudito y además, nos lo tenemos que creer.
En otros tiempos hubiese comparado la política española con un cenagal donde se habrían atascado «algunos» de nuestros mandatarios.
A día de hoy, creo qu
e la política española es más parecida a una pocilga, donde se refocilan sin ningún pudor muchísimos de nuestros representantes.
En situaciones límite, como la que estamos viviendo, en la República de Roma el Senado ofrecía el poder a un ciudadano virtuoso al que nombraban dictador por un corto lapso de tiempo.
No creo que tengamos que salir a la plaza mayor buscando candidatos para tal cometido, pero la situación empeora a pasos agigantados y algo habrá que hacer.
Un compañero me decía hace un par de años, «no somos todos iguales» pero a estas alturas compañero del alma ¿que quieres que te diga?
Comienzo a dudarlo,… Muy triste.