Ora pro nobis

Una vez más, revisamos la actuación del «más grande», ese que nos rige a golpe de versículo.

El mismo que imbuido de la luz divina parió una cuantas calles «peatonales» , cinco para ser más exactos, que comunican Virgen de la Peña y León y Castillo, y que «nunca» han visto un peatón más allá de sus aceras.

Estas calles costaron, para empezar, alrededor de los 800.000.- €. Pero claro, como las cosas no se hicieron bien desde un principio pues hubo que «añadir» unas perrillas para retirar las inmensas jardineras con todos sus arbolillos ya resecos, retirar pilotes que afeaban el conjunto, etc…

Cambios y sustituciones que engrosaron el gasto de esta «divina obra».

No podemos dejar de mencionar que en estas calles que rondan los 25 metros de longitud, lucen 5 farolas, y les recuerdo que las farolas se instalan cada 25 metros, es decir que con 2 teníamos suficiente.

Recuerden 3 farolas de exceso por calle multiplicado por 5 calles, sobran,… 15 farolas.

Viva la austeridad monacal.

destilando tristeza
La viva imagen de la alegria

Después del fiasco de las calles «pseudo-peatonales» le tocó el turno a la forma de aparcar, ya saben, «de culo y cuesta arriba».

Aquí los vecinos reaccionaron con protestas y el resultado se puede observar todavía hoy, en unas zonas se aparca de culo, en otras de frente y en otras como te de la gana.

El caso es que ante el error manifiesto nuestro alcalde mantiene el desaguisado para no dar su brazo a torcer, lo cual es lógico dado el carácter divino de sus dictados.

Le tocó luego el turno a 1º de Mayo, se acometieron las obras con «urgencia», pero su finalización no corría prisa, ya había comercios en «otra» ubicación que se relamían del destrozo que nuestro alcalde estaba realizando en el tejido comercial a pie de calle.

Una vez que se culminaron los trabajos nos encontramos con una calle comercial peatonal sin comercios y un sinfín de calles en pleno centro que pasaban a ser fondo de saco, pero bueno nadie es perfecto.

Eso si cuando ya te has comprado todo lo que necesites en el Centro Comercial, único sitio en el que se puede aparcar gratis, te puedes dar un paseo por la peatonal.

Cuidado con los tropezones.

Y ahora, una vez más, el divino, el amado, el deseado, ha encontrado la fórmula de gastar hormigón y en ese delirio divino que le envuelve ha decidido construirnos un «carril bici» cuesta arriba.

Fuerte tío listo, aparte de los pasos ilegales, lo antiestético, las ambulancias con la sirena y a 5 por hora,…

¿un carril bici con una pendiente del carajo?

Se dice, se comenta, se rumorea que están negociando con Alberto Contador para la inauguración del pero el ciclista dice que si es subiendo no lo ve claro.

Y ya les adelanto que si es bajando, ¡que no le fallen los frenos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *