
Prácticamente todos los días en algún programa de radio o televisión se escucha esto de la «desafección» del pueblo hacia los políticos y la política en general.
El peligro de este mal que aqueja a nuestra sociedad es que la puede volver ingobernable.
Pero lo entiendo y también suscribo mi desafección a «estos» políticos que nos ha tocado sufrir.
De tomas formas, la política en si misma, no debería verse afectada por este desánimo colectivo, sino más bien al contrario, el pueblo debería, más que nunca, participar en los procesos que se están desarrollando en estos momentos, elecciones, congresos, manifestaciones y desde aquí transformar nuestra realidad.
Y si esta transformación requiere derribar a viejos prebostes de la política, nacionales o locales, pues a por ellos y regeneremos de una vez por todas este escenario.
Esta es nuestra responsabilidad, no podemos salir a protestar y cuando llega el momento de la verdad recurrir al viejo «que inventen ellos».
Los políticos no son más que un reflejo de la sociedad en que vivimos, esa que todos conformamos, la misma sociedad que esquiva el IVA/IGIC, se esconde, el que puede, cuando llega el I.R.P.F. y sumerge su economía a la más mínima oportunidad.
Ellos, los políticos, no han salido de una galaxia diferente, han salido de «esta» sociedad y llevan, marcados a fuego, los mismos valores que todos nosotros.
Es por ello que si queremos cambiar algo hemos de regenerar «nuestra» sociedad, «nuestra» responsabilidad social, de no ser así puede que consigamos echar a «estos» políticos pero los sustituiremos por «otros» exactamente iguales.
Queda muy bonito eso de manifestarse y poner nombres ocurrentes a movimientos espumosos, pero a este país no le soluciona nada el 15M o el 25S, porque el problema verdadero es el 16 y el 17 y el 18.
A nuestros representantes, que eso es lo que son los políticos, hemos de controlarlos y exigirles dia a dia.
Gritarles e irse a casa sin mas, es de necios.
DE LA DESAFECCION Y OTRAS MANDANGAS | Desde Fuerteventura
desdefuerteventura.es
«Para que lo que reclamamos sea efectivo en la práctica, es preciso la unión de todos los canarios para la toma las decisiones que nos atañen con una votación popular en las redes sociales y con DNI electrónico y eso sí tendría validez, si es una votación popular legalizada por el propio pueblo que es el soberano avalado en la constitución y participa dramáticamente. Ahora hoy al reclamar por sectores sociales separados nos «aniquilan» todas nuestras justas reclamaciones.»