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Tranquilos, no es el hospital, todavía. |
Hoy, trece de Mayo he tenido que pasar parte del día cobijado en lo que los mandatarios de esta Isla llaman hospital.
Los que no han tenido esta «experiencia» no se lo pueden ni imaginar, es casi una Experiencia Religiosa, como dice la canción, porque cuando uno observa el estado de las instalaciones, la suciedad de los patios interiores, con botellas de plástico tiradas, escombros y demás, la verdad es que asusta y dan ganas de salir corriendo en el B-ATI-COPTERO de Paulino hacia una isla más principal, pero claro no todos podemos desplazarnos a COSTE DE CERO de isla en isla.
Es triste decirlo y aún más triste tiene que ser para los profesionales que tienen que trabajar en esas instalaciones todos los días.
Mucho se ha hablado últimamente del hospital de la isla, de su situación más cercana a la catástrofe que cualquier otra cosa, problemas de reducción de personal y la consecuente sobrecarga de trabajo para los que tengan la dudosa suerte de salvar su puesto de trabajo.
Pero lo que más me asombra de este asunto es la mansedumbre y apatía que se refleja en la cara de las personas con las que comento esta situación. A lo mejor la expresión es resignación, parece que todo el mundo asume la posición de segundones a la que nos ha relegado el pacto ATI-AM, y éste sí que es un pacto real, no como los que se inventan estos días en las tertulias de la sintonía monocorde.
Este pacto reparte dineros y prebendas de una forma totalmente desequilibrada, me explico, los dineros se quedan en las islas más occidentales en forma de inversiones e instalaciones de todo tipo y las prebendas se vienen para las islas orientales.
Prebenda (definición): Oficio, empleo o ministerio lucrativo y poco trabajoso.
Ahí es donde está el quid de la cuestión, la vieja AM, nunca mejor dicho, ha vendido el desarrollo de esta isla, la sanidad de esta isla, la educación de esta isla y a todos nosotros que la habitamos, por un plato de lentejas lucrativo y poco trabajoso.
Su trabajo se resume en votar a favor de cualquier proyecto o inversión que tenga como característica principal, olvidarse de Fuerteventura y relegarnos a la miseria, y no crean que la palabra es exagerada, que todo llegará.
Se quejaba hace pocos días un técnico de turismo, de las nuevas tecnologías, pues con lo fácil que le resulta a un turista sacar una foto de nuestras playas y mandarla a cualquier parte del mundo, se ponía en peligro para Tenerife utilizar nuestras playas en sus folletos.
Como ven esta gente nos ha vendido, y barato además.
Y ahora con la desfachatez que les caracteriza nos dicen con toda la cara:
«Nosotros somos Fuertevenura»
Y todos los demás, sus siervos.
LOS SIERVOS, NOS VEMOS EL 22 DE MAYO Y ARREGLAMOS ESTO. SEGURO.
tiene usted toda la razón.Soy majorero pero resido en la capital de Gran Canaria y no hay ni punto de comparación, y eso que se montó tanto bombo y platillo con el nuevo hospital y mira.
un saludo y a seguir así. Aún hay gente que no nos vendemos a partidos políticos por un puesto de trabajo o enchufe.
Bueno y no vayas a Madrid.