Toallitas, ¿en serio?
Una vez más, un año más han llegado las lluvias, esas que aun pasando rápido suelen ser copiosas al menos una vez al año.
Se han llenado gavias, han corrido los barrancos y aunque ha caído una buena cantidad de agua no ha producido grandes destrozos mas allá de la rotura de algún trastón.
Y también –como siempre – las arquetas del saneamiento en la zona de la avenida de Puerto del Rosario han saltado por los aires anegando la vía.
Al nivel de agua acumulado hubo que añadir los mas diversos «condimentos» flotando por doquier.
Y con el subsuelo rebosando agua salieron a paseo sus ilustres habitantes, las ratas.
Hasta aquí nada inusual pues todos los años pasamos por el mismo calvario bajo la atenta mirada indolente de nuestros políticos.
No es la primera vez y –conociendo los usos y costumbres– no será la última.
Todos los que vivimos aquí conocemos sobradamente lo que ocurre cuando llueve y sabemos qué zonas son inundables.
Entonces, ¿porqué todas las corporaciones municipales hacen caso omiso del problema?
Acaso ¿no es una prioridad contar con una red de saneamiento acorde a la población?
Bueno, parece que el problema no deriva de un saneamiento insuficiente, ni de la desidia de nuestros políticos durante todos estos años.
Alguien ha deslizado la idea –curiosa idea– de que el problema son las toallitas, o dicho de otra manera, «nosotros –los políticos– lo hemos hecho todo bien y ustedes –los ciudadanos– son unos inconscientes que no hacen mas que tirar toallitas al inodoro».
Curiosamente los encargados de solucionar los problemas de nuestro pueblo nos criminalizan para encubrir su incompetencia e ineficacia.
Este año –después de muchos años de ver inundada la avenida cuando llueve– hemos descubierto que somos unos desalmados y que la culpa es nuestra.
Es cierto que hay un problema con el uso que hacemos del inodoro pero de ahí a intentar justificar todos estos años de inundaciones y putrefacción con este argumento,…
Nos toman por tontos, y tendrán razón si en los próximos comicios volvemos a votar a los mismos.