Primero de mayo desangelado

Si, primero de mayo desangelado, y lo peor es que esa sensación se convierte poco a poco en tradición.

Mucho debieran analizar los sindicatos su trayectoria de los últimos años y explicarnos –antes de cualquier reivindicación– que revisiones salariales aplican a sus propios trabajadores, ¿las que defienden a voces, o las que marca la ley de M. Rajoy?

Quizá no estaría de más que los sindicatos explicasen porque cuando funcionan como empresa liquidan a sus trabajadores aplicando la reforma laboral de M. Rajoy pues nadie está obligado a pagar el mínimo.

Puede ser que la mejor manera de reivindicar unas liquidaciones e indemnizaciones justas fuese –precisamente– practicándolas en su propia casa.

Hace ya demasiados años que las palabras utilizadas por el sindicalismo durante la celebración del primero de mayo suenan a hueco, a falacia y a un cierto fraude cuando no se sostienen mas allá de ese único día en el año.

Consecuencia de estas y muchas otras actitudes lo único que están provocando es un paulatino –y cada vez más acelerado– descenso de afiliados.

Es lo que tiene vivir del presupuesto, pues que al final te domestican y te sacan a paseo un día al año por aquello del que dirán.

En un país plagado de autónomos y pequeña empresa ¿cual es su representatividad real? ¿Que utilidad mantienen a día de hoy?

«Si no hay casera, nos vamos»

Treinta años después esto es lo que vienen a decirle los sindicatos al gobierno, que mucho cuidado que se están cabreando, pero tranquilo todo el mundo que el cabreo –si tal– para final de año que ahora se nos echa encima el verano y no es cosa de echar horas para reivindicar no se sabe muy bien que.

El líder de un sindicato mayoritario en declaraciones a El Independiente:

“Hay un interés especial en cuestionar el papel de los sindicatos y espero de los trabajadores el mismo interés en impulsar a los sindicatos. Creo que tenemos que mirarnos poco por dentro y trabajar mucho con los problemas de los trabajadores”

Yo le enmendaría de esta manera:

NO Hay un interés especial en cuestionar el papel de los sindicatos y espero de los trabajadores el mismo interés en impulsar a los sindicatos. Creo que tenemos que mirarnos MUCHO por dentro PARA PODER trabajar HONESTAMENTE con los problemas de los trabajadores.

Cuarenta años y seguimos pidiendo Igualdad y Empleo, nunca una institución ha conseguido mantenerse tanto tiempo con unos resultados tan mínimos, pero todo el mundo tranquilo que si esta vez tampoco se consigue nada –y parece que M. Rajoy no está por la labor– para diciembre «a lo mejor» hacemos una huelga general.

En diciembre nos vemos y si la pretendida huelga no supone ningún avance social espero que sus dimisiones se conviertan en un punto de inflexión y arranque la muy necesaria regeneración y renovación sindical.

 

 

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