Referendum, de Independence Day a The day of stupidity

El resultado del referéndum celebrado en Gran Bretaña está provocando un nuevo fenómeno, el de los arrepentidos.

En el momento de iniciar este post la web del parlamento registra ya mas de 2 millones de peticiones de repetición de la consulta, en muy poco tiempo han pasado los británicos del eufórico –para algunos– Día de la independencia al mucho mas realista y genuino Día de la estupidez.

Lo sucedido esta semana marcará –para bien o para mal– a varias generaciones de europeos, el «error» de Cameron, su ambición y las veleidades políticas de los radicales y populistas –a la derecha y a la izquierda– han provocado de entrada mucha frustración entre los británicos.

Hemos visto estos días a ilustres residentes en nuestro país hablar de sentimientos de «devastación», de «vergüenza», pero sobre todo se percibe su indignación y un sentimiento creciente de haber caído en una trampa, un engaño.

Al dia siguiente de producirse el referéndum, Nigel Farage en un monumento a la desfachatez, reconoció en una entrevista televisiva que uno de sus argumentos estrella para convencer a sus compatriotas para abandonar la Union Europea era un «error», aunque yo más bien diría que era una mentira premeditada pues estas son las prácticas ya conocidas de los partidos populistas.

Será difícil que se de marcha atrás pero al menos habrá un nuevo debate en el Parlamento británico.

Muchas son las enseñanzas que este episodio nos trae a este lado del Canal.

Los partidos populistas sean de izquierda o derecha son extremadamente peligrosos pues no actúan bajo el imperio de la razón sino de los sentimientos, agitando dos en concreto, el miedo y el odio, los dos en su vertiente mas irracional.

La mentira es otra de sus armas más queridas pues saben que vociferan ante masas enardecidas y mal informadas que se tragan cualquier cuento.

Sus argumentos son de tipo absoluto y maniqueista siempre enfrentando a los que no piensan como ellos en términos de intransigencia o directamente recurriendo al insulto y la descalificación del adversario.

Este tipo de «partidos» ya dominaron Europa en el pasado y en vista de lo ocurrido estos últimos días en Gran Bretaña y estos últimos meses en España se ve que no hemos aprendido la lección.

 Hoy es día de reflexión –una práctica muy criticada por los eruditos– pero en nuestro caso y visto el pasado político más reciente yo creo que no es mala idea que reflexionemos nuestro voto y no tengamos que lamentarnos del resultado el próximo lunes.

El Partido Popular se encuentra exhausto políticamente y su propuesta es que «la vida sigue igual».

Ciudadanos se ha resignado a su papel de comparsa de cualquiera que pase por cerca, no hay proyecto.

El conglomerado de IU, Podemos y los otros 16 o veintitantos son los chicos que a la mínima te desenfundan un referéndum en el barrio y de consulta en consulta podríamos reeditar los «Reinos de Taifas» en nuestro país. Practican el populismo, mienten sin ningún empacho y no cobran los famosos 3 salarios mínimos. –de esto ya tenemos constancia–.

Solamente nos queda –al igual que en 1982–  una opción que no vende humo, que no regala sonrisas y que ofrece a la ciudadanía trabajo duro para cambiar el rumbo de este país –una vez mas–.

El Partido Socialista no pierde el tiempo componiendo frases ocurrentes que colgar en las redes, ni le baila el agua a los poderosos que controlan los medios de comunicación.

Los logros sociales de los últimos 40 años son el bagaje del PSOE y todo ese pasado no lo puedes olvidar mañana a la hora de depositar tu voto, o de lo contrario, el lunes lo estaremos lamentando todos.

Este es el contador de la web del Parlamento británico cuando acabo de escribir este post, 190.000 firmantes mas que hace una hora.

Sin título

Ellos se lamentan por haber escuchado los cantos de sirena, no nos lamentemos nosotros el próximo lunes.

Buenas noches y buena suerte.

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