Cuando se pretende hacer algo bien hecho, o como decían nuestras abuelas «como Dios manda», se ha de hacer, paso a paso, sin prisa, pero sin pausa.
Parece, o al menos yo así lo percibo, que esta es una de las premisas que rigen la agenda de la candidata del PSOE al gobierno de Canarias.
Ese camino que se ha de andar hasta llegar al «momento electoral» ha traído a la candidata, Patricia Hernandez, hasta nuestra isla, para participar en una asamblea abierta a la ciudadanía junto con otros candidatos de ámbito local e insular.
Estos momentos, abiertos al contrapunto con los ciudadanos, son los que permiten vislumbrar cual será el devenir de los candidatos, sus fortalezas y también sus debilidades.
La exposición ante la ciudadanía, a pecho descubierto, sin cuestionarios previos, ni preguntas pactadas, en «directo» cara a cara, nos envía un claro mensaje de valentía, arrojo y determinación.
No como esos sucedáneos a los cuales solamente se accede vía plataformas digitales o plasma, con el consiguiente «equipo» que responde en la sombra.
Esto ha sido, «otra cosa», mas bien un intercambio de ideas y un primer esbozo de «compromisos» con la ciudadanía, que no es lo mismo que prometer el paraíso al pueblo elegido.
Aquí se han percibido la cercanía y la cotidianidad que ha de presidir el trabajo de cualquier político que se precie.
No asomó en esta asamblea abierta en ningún momento un ápice de embelesamiento, deslumbramiento o fanatismo ante el líder carismático, sin embargo si se ha percibido el sentimiento del trabajo bien hecho y el inicio del camino hacia un nuevo «contrato social» con la ciudadanía.
Esperamos, bueno, mas bien tenemos muy claro que volveremos a encontrarnos, los majoreros, en el camino de la candidata, y que esta vez si, esta vez apoyamos una candidatura que no abandonará a Fuerteventura a su suerte.
Ánimo equipo.