En el año 1791, el pensador inglés Jeremy Bentham diseñó un centro penitenciario imaginario que permitía a un vigilante observar (-opticón) a todos (pan-) los prisiones sin que estos puedan tener la certeza de cuando están siendo observados o no.
El concepto, ver, observar, vigilar sin ser vistos es tremendamente atrayente para los políticos.

Imagínense el «Show de Truman» global.
Algo ya nos está avanzando una serie televisiva en estos momentos, «Person of Interest»(Vigilados).
Esta sensación panóptica se palpa en cada esquina de nuestra querida isla.
A cada paso que damos, o con cada actividad pública que acometemos siempre encontramos a alguien que te avisa, «cuidado con lo que dices», «cuidado con lo que haces».
Es triste pero vivimos inmersos en un sistema caciquil y clientelista, controlado por «unos pocos» y la mayoría del pueblo ha dado la espalda a esta situación.
Nos movemos en un mundo de intrigas y componendas y desgraciadamente ninguna organización política escapa a este «modus operandi».
Ha llegado la hora de levantar la voz, y tomar los «palacios de invierno» de la nueva casta política.
No podemos dar la espalda a nuestra «responsabilidad» y seguir escondiéndonos por miedo.
Parlotear en los corrillos del bar no cambiará las cosas en nuestra isla.
Solamente aquellos que se comprometan a defender sus ideas, sean estas las que sean, podrán contribuir a vencer esta «sensación panóptica».