NI UN PASO ATRAS

πολιτικος

¿Cuantas veces hemos oído esta frase hecha, tan rotunda y a la vez tan vacía de contenido?

Siempre, aunque solo sea por abrir el campo visual para no perder perspectiva, hay que dar una paso atrás para seguir avanzando, afianzar lo ya logrado y sobre estos logros edificar el porvenir.

Espero y deseo que sea esto lo que ha ocurrido este fin de semana en Sevilla.

Hemos de realizar una valoración crítica de estos últimos once años y evitando caer en «dogmas de fe» sin sentido, construir un discurso basado en la realidad social que vivimos en «este» momento, evitando ensoñaciones, banalidades o brindis al sol.

Las políticas sociales no pueden practicarse sin dinero, por esto mismo, promover legislación sin un soporte presupuestario adecuado es una solemne tontería.

Los desajustes económicos entre las distintas clases sociales no se combaten con subvenciones indiscriminadas al 100% de la población (cheque bebé).

El acceso a la educación, en cualquiera de sus niveles, ha de estar al alcance de «toda» la sociedad, pero esto no significa que el sistema de becas deba ser una especie de «barra libre» sin control.

Los avances legislativos han de ser resultado de las verdaderas necesidades del pueblo, y siempre han de ser consensuados, pues lo que se impone desde una visión partidista será eliminado, lógicamente, una vez perdida la posición dominante.

Es más efectivo un pequeño avance, pero duradero, que un gran salto al vacío.

Con la experiencia acumulada en estos últimos años tan adversos, hemos de ser capaces de dar nuestro «propio» paso atrás sin ningún tipo de sonrojo, y vislumbrar la realidad, admitir nuestros errores y renovar el mensaje.

El empecinamiento en la defensa de una gestión inadecuada provocará en la sociedad un rechazo legítimo.

Se han de asumir y aceptar los errores antes de emprender un nuevo camino.

La primera piedra ya está puesta, hemos dado un paso atrás, recapitulemos, afiancemos nuestros logros y desechemos de una vez por todas las políticas de «gestos» y de «progresía insustancial», no estamos aquí para hacer gestos o dar voces para calentar al personal.

La política es la actividad humana que tiene como objetivo gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad.

Si no perdemos de vista esta definición en nuestra acción diaria, estoy seguro de que el pueblo terminará apreciándolo, démosle tiempo.

P.D.: Política, del griego πολιτικος (pronunciación figurada: politikós, «ciudadano».

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