No hay nada peor en cualquier ámbito de la vida, sea público o privado que ver como un forofo expresa sus opiniones.
El forofo se define en los diccionarios como un fanático, un seguidor apasionado. Yo añadiría, incondicional y con escaso o nulo criterio para discernir entre realidad y fantasía.
En este momento de mudanza en las altas esferas políticas, los que llegan empiezan a ser criticados por algunos de los que se van, aún antes de comenzar su andadura.
Voy a mostrarles dos ejemplos del típico forofo que critica sin criterio y con bastante poca cabeza.
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«Todos los ministros juran ante la Biblia y un crucifijo». (Público.es)
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«No es un Gobierno paritario: de trece ministros solo hay cuatro mujeres». (Marcelino Iglesias)
En cuanto al primer ejemplo, lo de la biblia y el crucifijo, ¿que importancia tiene? ¿no es este un país libre? ¿es esto lo más grave y que tanto preocupa al diario Público?
Y sobre las declaraciones de Marcelino Iglesias no puedo menos que tildarlas de «Crítica evanescente».
¿Es este el rumbo de la oposición que vamos a ejercer? ¿Ante una función a desempeñar, el criterio que invocaremos para elegir a alguien será su sexo? ¿Donde queda la formación, la experiencia, la idoneidad?
Insisto en una idea que ya esbocé en un escrito anterior, hay que elegir a los más preparados para las funciones que haya que desempeñar, sean hombres o mujeres, éste criterio es indiferente.
Han pasado los tiempos de los juegos florales, en cuanto nosotros pasamos el tiempo rellenando escritos del estilo «amigos y amigas, compañeros y compañeras», la realidad, que es muy terca, nos ha pasado a toda velocidad por la derecha.
Se que esto es políticamente incorrecto y no queda muy «progre» pero tengo claro que para dirigir a cualquier grupo político han de estar al frente los mejores y los más preparados.
No nos implicamos en un partido para regalarnos los oidos con lo fantásticos que somos, lo hacemos porque queremos cambiar esta sociedad, progresando y haciéndola más justa.
Agradecería a mis compañeros que se preocupasen más de las ideas, del fondo de las cuestiones y mucho menos de los juegos florales.
Con este criterio y visto lo que hay garantizo mayoría de mujeres en las próximas listas. Llegado el caso, ¿recurrirán los prebostes al «truco» de la paridad para frenar a las mujeres?
¿O ya lo están haciendo?
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