Hasta siempre compañeros, hasta siempre. Gracias.
La última palabra que pronunció Rubalcaba en su despedida fue una palabra sencilla, de esas palabras que nos enseñan desde pequeñitos, una palabra fácil de utilizar pero a su vez difícil de interpretar la sinceridad del que la pronuncia. En este caso concreto no hubo dudas de la sinceridad de nuestro compañero pues una vez pronunciada y dejando atrás su puesto orgánico –que no su relevancia– volvió a sus quehaceres previos a su extensa, fructífera y excepcional vida política. Lo dio todo –muchos años de su vida– al PSOE y a España y no reclamó ninguna prebenda por sus servicios … Continuar leyendo…