El desasosiego que recorre la sociedad española no parece hacer mella en los políticos más avezados, ayer mismo, hemos tenido pruebas mas que evidentes de ello al ver en los informativos como se despachaba con evidente soberbia algún presunto corrupto.
Estos comportamientos y la reticencia de los históricos a dar un paso atrás contribuyen a vislumbrar un futuro inmediato de incertidumbre electoral.
Los partidos históricos siguen sin dar muestras de comprender lo que ocurre en la sociedad española y los emergentes han emprendido una carrera veloz para conformarse en una estructura de lo mas tradicional y apegada a las viejas glorias del bipartidismo actual, y para rematar la faena reclaman la mayoría absoluta, dando la impresión que mas que llegar para colaborar lo que quieren es mandar «absolutamente».
Al PP no se le espera en ningún proceso de renovación interno, está claro que están cómodos disfrutando de su propia red de corrupción.
Pero el PSOE se está quedando en un «quiero y no puedo», el cambio de líder a nivel nacional fue interpretado por los diversos «barones» y «encargados» como un gesto suficiente para calmar a la sociedad y recubrir el partido de una «pátina» de modernidad y honradez sobrevenida.

Nada más lejos de la realidad, Pedro Sanchez, por si solo no garantiza un resurgimiento electoral suficiente porque la sociedad ya no admite mínimos retoques estéticos y exige una renovación profunda de las estructuras del partido.
El paso del tiempo sigue acercándonos a las próximas citas electorales a una velocidad de vértigo y los que van a pilotar estos procesos carecen de empuje, carisma y no responden a los compromisos éticos que se requieren a los políticos de hoy.
Estamos embarcados en una nave pesada, con escaso poder de maniobra y enfilando un iceberg de dimensiones colosales. Hay que soltar lastre.
Seguiremos intentando que esto cambie, aunque la musiquilla que se oye es la del viejo tango «que veinte años no es nada», ¿querrán seguir otros veinte?
La prueba del algodón en la formación de las próximas listas electorales.